Los contratiempos y problemas de la vida son inevitables. Sin embargo, la manera de responder ante ellos deja un espacio a la idiosincrasia y libertad individual, pudiendo reaccionar ante los mismos hechos con respuestas muy diferentes. Te contaré qué datos me llevan a decirte: elige optimismo inteligente.
Decía Epicteto de Frigia «No son las cosas que nos suceden las que nos hacen sufrir o nos crean problemas, sino lo que nos decimos o pensamos de ellas». En efecto, una cosa es el hecho objetivo que ocurre para todos/as y otra es la interpretación subjetiva de ese hecho, que es individual y que está mediatizada por tu historia personal, tu educación, la cultura a la que perteneces, tus gustos, capacidades, miedos, etc. Pero no basamos la Psicología en frases sino en datos contrastados y validados científicamente, como decía Carmelo Vázquez en su conferencia del reciente II Congreso de Psicología Positiva, al que tuve la suerte de asistir. Esta es la diferencia entre ser un científico del comportamiento humano y no serlo, o ser un filósofo, o un poeta. No obstante, los saberes muchas veces se tocan y complementan, y en ocasiones nos servimos de ellos como un medio para llegar a los demás, mientras seguimos aplicando el método hipotético deductivo, las técnicas de modificación de conducta, las teorías, los instrumentos, modelos de trabajo e intervención de mayor eficacia, calidad, utilidad y rigor científico, en favor de la salud y el bienestar de nuestros/as pacientes.
Hoy en día, en especial por la crisis económica pero también por la crisis política, laboral, educativa, e incluso de valores personales que venimos atravesando, ser optimista está mal visto por muchos/as catalogando de ingenua, ilusa o utópica a la persona que afronta su vida siéndolo. También hay quienes ven el ser optimista como una virtud y se quedan fascinados ante la capacidad de otros/as de serlo. No obstante, si bien es cierto que actitudes optimistas, unidas a otros factores, han llevado a muchas personas en la actualidad a padecer situaciones de gran gravedad e inestabilidad personal, también lo es que nada tienen que ver con el optimismo inteligente que da título al libro en el que Maria Dolores Avia y Carmelo Vázquez, ambos catedráticos de psicología de la Universidad Complutense de Madrid, lo analizaron y al que me refiero aquí. El adjetivo inteligente le da el sentido que desde la ciencia se ha analizado y que la psicología defiende.
Lo que no es Optimismo Inteligente:
Ser optimista inteligente no es ver la vida de color de rosa, negando la realidad y pasando a la acción desde la ingenuidad, la irresponsabilidad y la alegría tonta. No consiste en ver el lado bueno de las cosas omitiendo lo malo. No es el «Think positive» o piensa positivo, lema americano que triunfó en los años 90, sin base científica que lo sostuviera, como tantos libros de autoayuda. No es una estrategia bobalicona pues, de ser así, ningún saber basado en datos y considerado científico lo apoyaría.
Lo que es Optimismo Inteligente:
Por el contrario, el optimista inteligente ve la realidad y la acepta pero elige el optimismo como actitud para enfrentarse a ella, así como comportamientos activos para que las cosas mejoren, pues «sabe» que desde ese prisma podrá poner en marcha todo su potencial creativo, su disposición mental más resolutiva, sus cualidades e iniciativas para dar con la mejor manera de afrontar las vicisitudes de la vida, pues los optimistas (se entiende, optimistas inteligentes), tienen expectativas de resultados positivas, es decir, esperan que el futuro deparará más éxitos que fracasos, o dicho de otro modo, esperan que ocurra lo mejor partiendo de una valoración inteligente de las cosas a tener en cuenta. Maria Dolores Avia nos dice «El optimismo es el que nos mantiene ilusionados, despiertos, con proyectos y motivación en nuestro día a día».
El psicólogo norteamericano William James con su frase «El pesimismo conduce a la debilidad; el optimismo al poder», plasmó lo que los estudios de la ciencia de la Psicología están corroborando cada vez con más cantidad de datos. Como ejemplo, un estudio de la universidad de Jaén confirmó que el pesimismo disposicional está relacionado con un peor estado de salud física en comparación con el optimismo disposicional que está asociado negativamente con las quejas somáticas. Es decir, los pesimistas informan y se quejan de peor salud física mientras los optimistas no dan quejas. Dicha vinculación puede estar explicada por la utilización diferencial de la estrategia de afrontamiento denominada autocrítica, característica del pesimismo. Hablamos concretamente de diferentes estrategias de afrontamiento según se tenga un tipo disposicional u otro y que describo brevemente:
1. Estrategias de afrontamiento activo o dirigidas a la acción. Propias del optimismo disposicional. En ellas se incluyen: la resolución de problemas, la reestructuración cognitiva, la expresión de emociones y el apoyo social.
2. Estrategias de afrontamiento pasivo o no dirigidas a la acción. Propias del pesimismo disposicional. A ellas pertenecen: la evitación de problemas, los pensamientos ansiosos, la autocrítica y la retirada social.
Ocurre que el diálogo interno que mantienes contigo mismo/a puede empoderarte, llenándote de vitalidad, coraje e ilusión, o debilitarte, boicoteándote, haciéndote sentir torpe e inseguro/a. A veces esto ocurre de forma puntual en unas circunstancias concretas y otras ocurre con alta frecuencia, intensidad y duración en el tiempo, generando un gran malestar y agotamiento en la persona que lo sufre. Es en estos últimos casos cuando resulta imprescindible acudir a un psicoterapeuta. En otros casos, puede ocurrir que funciones con optimismo pocas veces, con baja intensidad y/o períodos cortos en el tiempo, en este caso, ahora también puedes acudir a un psicoterapeuta positivo si quieres ser más optimista, sin necesidad de que experimentes malestar.
Lo esperanzador es que podemos hacer intervenciones psicológicas encaminadas a cambiar hábitos del comportamiento nocivos por otros más adaptativos, constructivos y saludables. Me parece importante destacar que para realizar un cambio de conducta deben darse una serie de condiciones:
1. Consciencia: ser consciente de que estás funcionando mal en determinados aspectos puntuales o viviendo mal de forma global.
2. Motivación: querer cambiar y estar dispuesto/a a cambiar, incluso a pedir ayuda profesional para lograrlo.
3. Apertura: si acudes a un profesional de la psicología tendrás que estar abierto/a a revisar tus esquemas de funcionamiento, es decir, analizar sentimientos, pensamientos, conductas, contexto, etc., para analizarlo todo y realizar una intervención psicológica con la que recuperar o alcanzar un funcionamiento saludable y aumentar tu bienestar.
4. Compromiso: comprometerte seriamente en hacer este esfuerzo para cambiar hasta consolidar el cambio. La velocidad de este cambio depende de tu capacidad para cambiar, tu capacidad de aprendizaje de la novedad y tu tolerancia a este período de «incomodidad» al tener que desautomatizar lo que te perjudica viviendo con más atención controlada hasta afianzar lo aprendido. Recuerda, por ejemplo, tus primeras clases prácticas de coche. Al tiempo los aprendizajes pasan de controlados a automáticos y requieren menos vigilancia y atención.
5. Paciencia: habrá dificultades, como ante cualquier aprendizaje, pero no te impacientes ni creas que ya lo has logrado en cuanto notes alivio o mejoría.
6. Acción: es importantísimo que pases a la acción, que hagas lo que has aprendido en tu día a día, tienes que hacerlo, no pensar en hacerlo.
7. Constancia: una vez que sepas qué tienes que dejar de hacer, qué tienes que empezar a hacer y qué tienes que mantener, se trata de que seas constante y vayas sumando tiempo mientras vas haciendo.
8. Ilusión: si piensas en lo bien que te sentirás después del esfuerzo realizado, en lo que puede suponerte llevar una vida más saludable, con más autoestima, mayor optimismo y satisfacción afrontarás con más ganas todo el proceso.
9. Optimismo inteligente: elegir optimismo inteligente es una excelente estrategia para afrontar cualquier dificultad que pueda conllevar cambiar comportamientos que te están perjudicando.
Me parece de interés un video en el que se representa el diálogo interno de varias personas y que va asociado a sus estilos de afrontamiento. La realidad objetiva es común para todas las personas pero la interpretación y el prisma desde el que la viven y la afrontan es muy diferente.
¿Qué te dices a ti mismo/a a lo largo del día?
¿Te empoderas o te debilitas?
Y si eres de los/as que se debilitan, ¿estás dispuesto/a a cambiar?
¡Pon en marcha el optimismo inteligente!
30/05/2014
Muy interesante.
30/05/2014
Gracias MP por tu comentario. Me alegra que te haya resultado muy interesante.
30/05/2014
Lo he encontrado muy clarificador y positivo. Estoy convencido de que para hacer un cambio en primer lugar hay que desear firmemente cambiar y muchas veces es necesario recurrir a un profesional de la psicología. Tenemos que empezar a ver normal querer mejorar también a nivel psicológico no solo llenando gimnasios.
30/05/2014
Gracias Sergio por tu comentario. Cada día hay más personas que, como tú, comienzan a vernos a los profesionales de la psicología como un recurso más para mejorar. Y estoy contigo, no solamente hay que cuidar lo físico, de hecho, lo psicológico condiciona mucho más nuestro bienestar.
30/05/2014
Tenemos que cambiar la mentalidad y ver lo necesario que es un profesional de la psicologia. Sin duda se requiere de un especialista como él para poder realizar un cambio de conducta.
31/05/2014
Nuestra labor como profesionales que facilitan el cambio hacia estilos de vida más saludables cada vez va siendo vista con más normalidad. Gracias Ángeles por comentar.
31/05/2014
Muchas gracias, Violeta, muy interesante, y muy recomendable e instructivo el libro de Carmelo Vázquez y M. Dolores Avia «Optimismo inteligente».
02/06/2014
Gracias a ti Pablo por tu comentario. Me alegra que te resulte muy interesante.
08/06/2014
Muy interesante. Te sigo desde que empezaste con el blog y siempre espero tus entradas. Me parece importantísima la labor de los psicoterapeutas, como tú, para educar y ayudar a la gente. Gracias por tu ayuda
08/06/2014
Gracias Zentis por seguirme. Me llena de gratitud que estés ahí desde el principio. Anímate a comentar cuando quieras!
08/06/2014
Muchas gracias Violeta. Me ha encantado leer tu artículo
08/06/2014
Me alegra que te haya gustado Elsa. Gracias por comentar!
12/02/2016
Mucho mejor elegir este optimismo inteligente, ya que solo negar la realidad y pretender que en la vida no ocurre nada perjudica igual a elegir el negativismo para todo.
Gracias por el aporte. Saludos.
http://ayudapsicologicacognitivoconductual.com/
12/02/2016
Gracias por tu comentario Alejandra. Saludos también para ti.
22/03/2018
Grandioso su artículo permite analizar desde distintos contextos varias aspectos o puntos mecionados
desde la UPS https://www.ups.edu.ec/ felicitamos su aporte el cual sirve de lectura o trabajo de análisis para muchos estudiantes.
10/04/2018
Muchísimas gracias por su reconocimiento. Es un auténtico honor para mí contribuir a divulgar la psicología positiva desde la ciencia y conseguir que sea útil y clarificador. Un abrazo desde Murcia, España, hasta la Universidad Politécnica Salesiana de Ecuador y a los estudiantes que pasen por aquí. ¡Bienvenidos! 🙂