Slow… Vida con Calidad

Slow_

 

Para decidirte a disfrutar mucho más de lo que verdaderamente importa y supone estar vivo/a, cualquier momento del año es bueno. Pero qué mejor época que el verano, tiempo en el que solemos desacelerar nuestro ritmo habitual de vida, para comenzar a dar pasos hacia una vida con más calidad, más plena, consciente y sostenible.

Es todo un reto, sin duda, pero conlleva tantos beneficios que te alegrará saber que, lejos de parecer utópico, haciendo pequeños cambios saludablemente positivos para ti, impulsarás también cambios saludablemente positivos para los demás y para el planeta.

PARTIENDO DE LA TEORÍA_ Aspectos a tener en cuenta

  • La definición de salud. Lo dijo la OMS, Organización Mundial de la Salud, en 1948: “La salud es un estado de completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Partiendo de esta definición de salud globalmente aceptada, no es suficiente que no estés enfermo/a para que tengas salud. Debes tener bienestar en todo lo que eres como ser humano: un cuerpo y una mente en relación contigo mismo, con los demás y con lo demás.  
  • La naturaleza del bienestar. La perfección no existe, sin embargo, para favorecer y construir el bienestar debemos tener en cuenta su naturaleza integral. El bienestar reúne varias cualidades. Es intradependiente pues depende de la relación que tengas contigo mismo. Es interdependiente ya que el bienestar individual depende del bienestar grupal y social, influyéndose mútuamente. Es multifactorial pues depende del equilibrio en diversos factores (biológicos, psicológicos, sociales, familiares, económicos, políticos, culturales, etc.). Es multinivel pues es individual y grupal, local y global. Estás tú, pero también tu familia, tu comunidad de vecinos, tu barrio, tu pueblo, tu ciudad, tu país, etc. Por eso, hablar de bienestar individual implica necesariamente hablar de bienestar global. Y también, hablar del bien individual implica hablar del bien común. 
  • El estilo de vida. Cada momento que estás vivo/a «lo» que sientes, piensas y haces, impulsa tu salud y tu bienestar o los frena. Como formas parte de un sistema social, «lo» que comes, vistes, lees, escuchas, etc., está regenerando o destruyendo tu propia salud y la de los demás. Y también es importante el «cómo» lo haces: cómo viajas, cómo tienes sexo, cómo desconectas y ocupas tu tiempo libre, cómo te comunicas, cómo te informas, etc. Con todo ello, estás construyendo o destruyendo tu propio bienestar, pero también el de los demás y el del planeta. Por eso, vivir saludablemente es la clave del bienestar integral. 
  • La consciencia. Para ponernos en marcha y hacer cambios necesitamos darnos cuenta, es decir, necesitamos consciencia individual. Lo que implica que estés vivo/a, las actividades que realizas cada día al levantarte y la manera en que las haces, tu forma de funcionar y relacionarte contigo mismo, con lo demás, con los demás y con el planeta, está provocando consecuencias en la calidad de vida a todos los niveles. Estás promoviendo la producción de unos productos en detrimentos de otros. Estás contribuyendo a que unas cosas se sostengan y otras se abandonen. Estás siendo cómplice de unas estructuras y maneras socioeconómicas y estás «ninguneando» otras. Estás tomando decisiones continuamente, incluso cuando el estrés te arrastra y te lleva a la vida en modo automático. Por eso necesitamos la consciencia individual para alcanzar la consciencia social y vivir con ambas en el día a día.
  • La sostenibilidad. Según la Real Academia Española, la sostenibilidad es un adjetivo que define así: «Dicho de un proceso: Que puede mantenerse por sí mismo, como lo hace, p. ej., un desarrollo económico sin ayuda exterior ni merma de los recursos existentes». Ante esta definición, la sostenibilidad implica también vivir en equilibrio con los recursos existentes. A nivel individual, por ejemplo, llenar tu agenda de actividades haciendo de tu día una carrera ¿es sostenible o estás rompiendo tu equilibrio llevando tus propios recursos al límite? Quizá debas decrecer en actividades diarias… Y a nivel social ¿Es sostenible ese estilo de vida? ¿Es sostenible nuestro sistema socioeconómico? Está claro que necesitamos incorporar la sostenibilidad a nuestro estilo de vida (individual y social), fomentarla en cuantos aspectos y facetas de la vida podamos, procurando mantener el equilibrio con los recursos propios, los recursos sociales y globales. Como individuos necesitamos a los demás para mantenernos, sus trabajos, sus capacidades y actividades y necesitamos cuidar de los recursos existentes porque nuestro planeta es finito y porque para mantenerlo debemos adaptarnos a su ritmo, cuidando su naturaleza.

LLEVÁNDOLO A LA PRÁCTICA_ Actividades de la vida diaria

Lo interesante es comenzar a dudar de lo que comprobamos nos perjudica para empezar a buscar alternativas posibles. Ya hay expertos de muchas disciplinas que plantean el decrecimiento como una propuesta eficaz y viable para comenzar a vivir de manera más plena y sostenible, como una vía para recuperar el equilibrio del planeta.

Para tratar de alcanzar una vida más consciente y más plena, teniendo en cuenta el fomento del bienestar individual sin olvidar el global, y el valor añadido de tomar un papel activo en la construcción de un mundo mejor, o vivir una vida con significadotal y como nos propuso Martin Seligman, como otra posible vía hacia la felicidad, tenemos el movimiento slow. Se originó en Italia, en 1986, cuando Carlo Petrini, crítico gastronómico, en reacción contra la fast food (comida rápida) estableció lo que se llamó la Slow Food.

  • Slow Food o Alimentación Lenta y Consciente. Consiste en conocer y volver a la cocina tradicional, en alimentarse con frutas y hortalizas de temporada, comer sano, conscientemente y dedicándole el tiempo y la atención que merece, en vez de tomar cualquier cosa sin prestar atención. Hoy en día incluso contamos con los restaurantes km0 que favorecen el consumo de productos locales e incentiva la venta directa de estos productos del pequeño productor al consumidor o restaurantes y/o comedores colectivos. Este concepto slow food (comida lenta o consciente), causó un fuerte impacto y se convirtió en la semilla del movimiento slow life (vida lenta o consciente), ganando adeptos a nivel mundial y trasladándose a otros aspectos de la vida cotidiana cuestionando el culto a la velocidad. También puedes leer su manifiesto y visitar esta web. 
  • Slow Life como Estilo de Vida. El movimiento slow life recoge la intención de volver a ser conscientes de la vida, poniendo el acento en la sostenibilidad, en la calidad más que en la cantidad, en el decrecimiento, en usar con equilibrio los recursos naturales respetando la velocidad en la que la naturaleza nos los brinda, en re-descubrir y disfrutar los placeres de la vida sencilla: el placer de caminar, de comer deleitándonos con los sabores, de disfrutar de la naturaleza, de la artesanía, de lo local y de todo lo que requiere un tiempo y un espacio para ser elaborado y valorado en su tiempo justo. Implica un cuestionamiento del materialismo pues pasar más tiempo con los amigos y la familia no cuesta nada, como tampoco cuesta nada ver atardecer, cocinar, hacer el amor, leer o cenar a la mesa, en vez de hacerlo frente al televisor. Resistirse al impulso de ir más rápido es gratuito. La Slow Life, o Vida Lenta y Consciente, no significa pasividad, ni es un elogio a la lentitud. Es una invitación a seguir los ritmos biológicos naturales, lo que implica tomar un papel activo, equilibrado e inteligente cuidando la vida propia y la de los demás. Implica trabajar para vivir y no al revés. Implica consumo responsable. Busca el reencuentro con nuestros valores fundamentales con el fin de alcanzar una mejor y mayor calidad de vida.

Para llevar a la práctica la Slow Life tendremos que tener en cuenta todas las actividades de la vida diaria que realizamos. Te sorprenderá saber la cantidad de personas conectadas y comprometidas con aplicarlo en el día a día.

  • Slow Economy en la Economía. Es la Economía Lenta, Consciente y Sostenible. La asociación ReGenera, en Murcia, con su manifiesto y su lema «Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo pequeñas cosas puede cambiar el mundo» refleja su confianza en el ser humano y en sus posibilidades de cambiar el mundo. En colaboración con la Economía del Bien Común está dando pasos en favor del bien común y de la humanización de la economía.

  • Slow Fashion en la Moda. Es la Moda Lenta, Consciente y Sostenible. Puedes visitar Slow Fashion Spain para conocer más en profundidad este manera de hacer moda. Ya no hay excusas, también podemos vestir slow.

  • Slow Cities en las Ciudades. Ciudades Lentas, Conscientes y Sostenibles. En España existe la Red Estatal de Municipios por la Calidad de Vida que integra laspoblaciones gerundenses de Pals y Begur; Lekeitio y Mungia, en el País Vasco; Bigastro, en Alicante y Rubielos de Mora, en Aragón. Todos estos municipios comparten unas características comunes y el objetivo de mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos a partir del concepto ‘Cittaslow’.

  • Slow Sex en el Sexo. Sexo Lento, Consciente y Sostenible. Tanto para reavivar una vida sexual monótona como para hacer aún más placentera una sexualidad saludable, slow sex, es conseguir que hacer el amor sea una decisión consciente y no un encuentro casual. Basado en el contacto visual, en las sensaciones sutiles y en la respiración profunda, despertando la capacidad innata para el éxtasis, abriendo las puertas de la sensibilidad, la empatía, la sensualidad y la conciencia superior. Puedes revisar este artículo o este otro.
  • Slow Travel en los Viajes. El objetivo del viaje no es visitar una ciudad o zona sino descubrirla, conocerla, disfrutarla, e integrarse en ella. Así es como lo definen en su web slow travel. Distingue un nuevo concepto de turismo de calidad, siendo más viajero que turista, y facilitando servicios humanizados, estableciendo mejores relaciones humanas. Es también un cambio de enfoque centrado en la apreciación de la cultura, los valores y la belleza. Existen webs interesantes como slow viajes europa, viajero verde  o ecotravelling. 

Te animo a que veas el documental elaborado por la UNED. Si te identificas con estas propuestas, anímate a pasar a la acción.

¡Vive slow! ¡Vive con Calidad!

Autor: Violeta Perán

Apasionada de la Psicología e interesada en el funcionamiento óptimo de las personas y de las organizaciones, cuento con más de 20 años de experiencia como psicóloga, psicoterapeuta y docente en distintos ámbitos, públicos y privados, promoviendo la salud mental y el bienestar en el día a día. Soy Psicóloga Sanitaria, Psicoterapeuta Europeo en Clínica y Salud, Especialista en Psicología Positiva Aplicada, Miembro de la SEPP, Sociedad Española de Psicología Positiva, de la Asociación EMDR España y de la RIEEB, Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar. He creado SaludableMente, con consulta presencial y online, y soy miembro del COP, Colegio Oficial de Psicología de la Región de Murcia.

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4 Comentarios

  1. Muy interesante y completo. Creo que es fundamental el concepto que se resalta sobre que el bienestar debe entenderse desde un punto de vista global y no solo individual. Seamos conscientes y vivamos slow.

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  2. Es muy completo, la perspectiva es muy integral, desde lo psicológico a lo social y ecológico. En particular, muy interesante el movimiento «Slow».
    Propones un nuevo sistema de vida, en definitiva; para conseguir ser más felices, con nosotros mismos, con quienes nos rodean, y con el mundo en general.
    En algunos momentos, el tono es asertivo, incluso enérgico, convincente.
    Te felicito. Además de como terapeuta, como divulgadora; muy en la línea de Mertxe Pasamontes.

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    • Vivir saludablemente es un estilo de vida, conveniente en todos los sentidos. No conozco a Mertxe Pasamontes pero ¡gracias por tus elogios, Pedro Antonio!

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