Si hay una meta que nos une como personas es la de querer ser felices y que lo sean también las personas que más queremos y nos importan. Si cada uno de nosotros tratáramos de explicar qué nos hace felices encontraríamos aspectos comunes a lo que hace felices a los demás pero también diferencias en cuanto a poner el acento en unas cuestiones en detrimento de otras. Para Martin Seligman (2002), precursor fundamental de la Psicología Positiva, existen tres vías hacia la felicidad con las que alcanzar una vida plena: la vida placentera, la vida comprometida y la vida con significado. Veamos en qué consisten:
1. La Vida Placentera (Pleasant Life).
Esta vía responde a la idea más común extendida sobre la felicidad. La propuesta es del todo hedonista. Consiste en aumentar la cantidad de emociones positivas en el pasado, en el presente y en el futuro. Concretamente, en el presente, a través del savoring o saboreo que consiste, básicamente, en amplificar los sentidos prestando mayor atención a las sensaciones «saboreándolas», de ahí el nombre, y la práctica de mindfulness o atención plena que es un estado mental de concentración que mejora conforme se practica o se entrena; focalizándonos en el pasado al cultivar la gratitud y el perdón; y proyectándonos en el futuro a través de la esperanza y el optimismo.
Esta vía a la felicidad tiene dos limitaciones importantes:
a) Que el nivel de emocionalidad positiva es más o menos fijo y tiene poca probabilidad de cambio (Lyobomirsky, 2007) pues está muy ligado a la personalidad y a los componentes genéticos heredables (entre un 40% a un 50%) y
b) Que ocurre un fenómeno que se denomina adaptación hedónica o habituación por el que nos habituamos rápidamente a las emociones positivas. Claro que, visto en positivo, este fenómeno de adaptación hedónica operaría como un factor protector frente a las adversidades.
2. La Vida Comprometida (Engagement Life).
El bienestar en esta vía se deriva de poner en práctica nuestras fortalezas personales, del compromiso con las tareas que facilitan nuestra capacidad de experimentar flow, entendido como flujo o fluidez. Se alcanza el estado de flow cuando una actividad nos absorbe y tenemos la sensación de que el tiempo se detiene. Podemos experimentar flow cuando practicamos nuestras actividades favoritas, tenemos un desafío que nos motiva a superarnos, leemos un libro o hablamos sobre un tema que nos apasiona. Para alcanzar ese estado, la tarea no puede ser ni muy aburrida, porque el estado de flow no se alcanza, ni muy estresante, porque el flow se pierde. Es una ecuación entre las habilidades personales y las características de la tarea. Si eres consciente de tus fortalezas personales al aplicarlas en una tarea concreta alcanzas esa conexión tan particular llamada compromiso o engagement. Es importante destacar que el estado de flow exige esfuerzo e implicación en la tarea que se realiza.
3. La Vida con Significado (Meaningfull life).
Mientras las dos vías anteriores se relacionan más con lo individual, esta tercera vía hacia la felicidad tiene que ver con la búsqueda de sentido, de significado vital y de trascendencia hacia los demás, persiguiendo objetivos que van más allá de uno mismo y eso sólo puede entenderse en un contexto global más amplio. Es la aplicación de las fortalezas personales para ayudar a los demás, para el desarrollo de algo más importante y amplio que uno mismo. Generalmente este proceso se da a través de las instituciones: la familia, el trabajo, la escuela, la comunidad. En definitiva, es poner las capacidades al servicio de los demás para obtener significado vital o trascendencia como resultado de este proceso.
Las 3 vías no son excluyentes entre sí sino que se complementan. No obstante, la vida comprometida y la vida con significado tienen un mayor impacto en la construcción del bienestar más profundo o del bienestar más duradero en el tiempo, de ahí su relevancia como vías hacia la felicidad más permanente y estable.
¿Identificas las actividades que realizas de cada vía? Lo ideal es que realices actividades de las 3 porque aumentas las posibilidades de experimentar la felicidad y, por tanto, de que tengas una vida más plena.
Aquí puedes ver un video en el que Martin Seligman explica las tres vías hacia la felicidad. ¡Implícate en ser feliz!
04/09/2019
IDENTIFICANDO NUESTRAS FORTALEZAS Y COMPROMETIENDONOS DE VERDAD CON CADA TAREA, ESTA SERA REALIZADA DE TAL FORMA QUE NOS SENTIREMOS SATISFECHOS. ESTAS ACCIONES DAN SIGNIFICADO A NUESTRA VIDA, PROPORCIONAN SATISFACCIONES DURADERAS.
09/09/2019
Así es Amanda. Muchas gracias por tu comentario.
14/09/2019
Totalmente de acuerdo, aplicar las fortalezas nos conlleva a una mejor calidad de vida, no solo para nosotros también ayuda casi directamente a los demás. muchas gracias.
01/10/2019
Gracias por tu comentario.
18/10/2019
Muchas gracias Pablo Enrique. Un abrazo.
18/04/2022
Desde esta perspectiva todos tenemos en nuestro interior la llave para sentir una felicidad plena , sin que esto signifique que una vez que lleguemos a ese estado no vaya a decaer , no es una constante , es una variable que con el tiempo puede perderse pero desarrollar habilidades es nuestra tarea para poder regresar a ese estado pleno de conciencia de nuestro ser y la misión de trascendencia que cada uno tenemos en la vida , vivir para ser feliz y no ser feliz para vivir .